Comida de fin de temporada de nuestro SPORTING CIUDAD

Para dar por terminada la temporada musística en el Sporting nos hemos ido de papada a La Taberna del Arriero, donde degustamos unas pequeñas y ligeras viandas de las que dejo constancia con estas imágenes. Sólo faltaron por motivos diferentes Miguel y Jordi, cuya ausencia lamentamos y a los que echamos de menos. Aunque en cuanto empezó el ágape no nos acordamos mucho de nadie, la verdad... El menú fue, por emplear una palabra que lo describe injustamente por corta, pantagruélico: 10 centollas (recuerdo que éramos 12 comensales), unos cuantos kilos de percebes, almejas y navajas; dos vieiras por cabeza; caldeirada de sanmartiño y rape riquísima pero que, evidentemente, sobró casi toda; todo regado con albariño y Azpilicueta. Y un variadito de postres de la casa a cual mejor: flan de queso, dulce de limón, pastel de tres chocolates y tarta de la abuela. Cafés, chupitos y copas, muchas copas. Finalizamos la reunión con unas partidas de mus espectaculares, como corresponde a los grandes jugadores que las disputaron, y a eso de las ocho levantamos el campamento para animar a ESPAÑA en su lucha con Paraguay. ¡Ganamos! El día 7 contra la poderosa Alemania: esperemos que San Fermín nos eche un cabo, aunque a estos fenómenos no creo que les haga falta. ¡¡Aúpa ESPAÑA!!

(por cierto: esta vez el palillo de oro de la comida estuvo muy disputado. Yo creo que el merecedor de tal distinción, un año más, ha sido el gran Montoya, paciente comensal donde los haya y que no se inmuta por nada cuando está degustando un buen yantar. Otras voces indicaron que Jose podría haberse llevado esa mención, e incluso el ínclito Manolo Varela estuvo ahí, peleando por ser el mayor papador de la tarde... Sea como sea, sólo podemos sacar una conclusión: esta comilona ha sido un auténtico, pero auténtico escándalo. Mi enhorabuena a los organizadores, que lo hicieron de cine)